Las estaciones de bombeo son de tipo automática a la demanda, con grupos motobomba verticales a la intemperie para un caudal variable. Están compuestas grupos principales, grupos auxiliares y un calderín hidroneumático.
El funcionamiento de las bombas está gobernado mediante autómata, existiendo una presión de arranque y otra de parada. De forma que una vez alcanzada la presión de arranque, esta se pone en marcha el primero de los grupos auxiliares para suministrar el caudal demandado por la red y reponer la presión de régimen de consigna; si no es suficiente, se van arrancando de forma progresiva las demás bombas. Obtenida la presión de consigna, se tratará de mantener la presión, de forma que si se alcanza la presión de parada el presostato dará la orden de parada progresiva de los grupos que sean necesarios para mantener la presión de consigna.